DECOHERENCIADO

«When I’m with you it feels like the world would never stop spinning»

¿Qué pasaría si el planeta de repente dejara de girar repentinamente?

Matthieu me dijo una frase que me dejó algo desconcertada porque nunca había oído esa expresión (al menos en español creo que no tenemos nada parecido): «When I’m with you, it feels like the world would never stop spinning» cuya traducción literal sería algo así como «Siento que mientras estoy contigo, el mundo nunca va a dejar de girar”. Y aunque suene muy romántico, en cosmología tiene un matiz bastante curioso, sobre todo porque más nos vale que la Tierra no deje de realizar sus movimientos de rotación y traslación.

Aniquilación inevitable de todo vol.1 – La Tierra deja de rotar:

Nuestro querido cuerpo celeste realiza una rotación completa (día sideral) en 23 horas, 56 minutos y 4,09 segundos, lo que equivale a una velocidad angular de 7,292 × 10⁻⁵ rad/s y que genera en el ecuador una velocidad lineal de unos 465 m/s (≈ 1 674 km/h), prácticamente vamos subidos a un avión supersónico que va inclinado 23,44° respecto a la perpendicular del plano orbital y si no salimos disparados al espacio es gracias a que la gravedad de la Tierra (9,80665 m/s², variando ligeramente en los polos) es unas 300 veces más intensa que la aceleración centrífuga causada por su rotación, es el más eficiente de los cinturones de seguridad. Otra de las maravillosas consecuencias de este comportamiento es el Efecto Coriolis, una desviación aparente que sufren los objetos en movimiento cuando se observan desde un planeta que gira, como la Tierra.

Aunque un objeto se mueva en línea recta respecto al espacio, visto desde la superficie parece curvar su trayectoria porque distintas partes del planeta se mueven a distintas velocidades. Cómo vemos en la imagen, en el hemisferio norte todo se desvía hacia la derecha y en el sur hacia la izquierda.

El efecto es imperceptible a distancias cortas, pero en meteorología es absolutamente esencial porque es uno de los factores que da forma al clima global.

Una vez recordadas las característica físicas de la rotación terrestre, procedemos a ponerlas patas arriba con nuestra frase romántica:

Lo primero que notaríamos sería una inercia brutal, ya no nos sujetaría ese cinturón de seguridad y saldríamos todos los que no estamos fuertemente anclados al suelo, disparados a una velocidad de ~1 600 km/h. Si has tenido suerte y te has acordado de clavarte bien los pies al estilo dibujo animado, entonces te llevaría por delante un colosal huracán nacido de la alteración de los patrones climáticos a la que sumamos la desaparición del Efecto Coriolis. La Tierra se volvería más esférica y los océanos se reacomodarían devastando ecosistemas, tal y como se destrozarían los ritmos circadianos. Si has conseguido sobrevivir a todo lo anterior, solo queda esperar a ver dónde pasarás tus últimos días: en el hemisferio que encadenará meses de oscuridad con frío extremo algo así como el planeta Hoth en Star Wars, o, por el contrario, en el que soportará meses de insolación casi continua (unas vacaciones en Arrakis).

Pero bueno, gracias a que no existe ningún mecanismo físico plausible que detenga de golpe la rotación de la Tierra, nadie tiene que preocuparse por que se nos desabroche el cinturón de seguridad. Es cierto que la Tierra ya se frena muy poco a poco por la fricción de las mareas, esto alarga la duración del día en torno a 1,7–2,3 ms por siglo y hace que la Luna se aleje ~3,8 cm/año. Haciendo cálculos, ni la propia Tierra estaría allí para verse a si misma dejar de rotar, el estado final natural sería un acoplamiento mareal con la Luna y ocurriría en decenas de miles de millones de años, muchísimo después de que el Sol entre en fase de gigante roja en ~5–6 mil millones de años y se zampe a los planetas más cercanos (¡en los que nos incluimos!).

Aniquilación inevitable de todo vol.2 – La Tierra detiene su traslación.

La Tierra está en traslación alrededor del sol, sigue una órbita elíptica muy poco excéntrica (excentricidad ~0,0167), con una distancia media de unos 149,6 millones de kilómetros.

Completa una vuelta en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos (año trópico), desplazándose a una velocidad media de 29,78 km/s (unos 107 200 km/h), 50 veces ese avión supersónico que mencionaba antes.

Esta traslación es la responsable de las estaciones del año, los solsticios y los equinoccios. El movimiento traslacional, junto con la fuerza gravitatoria del Sol (~0,00593 m/s² sobre la Tierra), mantiene a nuestro querido planeta en una órbita estable y determina el ritmo fundamental de la vida y el clima terrestres.

El llameante destino del mundo en el que nos veríamos envueltos en el caso en el que la Tierra decidiera dejar de hacer su movimiento traslacional, se resume en que la gravedad del Sol nos haría caer directamente hacia él en una trayectoria prácticamente radial, para ese momento hubiéramos perdido la velocidad tangencial de unos 29,78 km/s que hoy equilibra la atracción gravitatoria solar y desde el momento en el que nos detuviésemos, tardaríamos al rededor de 64-65 días en colisionar contra nuestra estrella (aunque en tan solo unos pocos días estaríamos todos achicharrados debido a las altas temperaturas globales provocadas por la proximidad).

Por ahora, nuestro planeta no va a convertirse en un asador de vida terrestre, ni ahora ni en ningún momento dentro de la escala de tiempo humana. Tampoco en la escala geológica: la traslación está gobernada por la gravedad del Sol y por la enorme cantidad de energía y momento angular que mantiene a la Tierra en su órbita.

Así que la próxima vez que leas un titular alarmante anunciando que la Tierra gira más rápido, más lento o que su núcleo “va por libre”, recuerda que nuestro planeta lleva miles de millones de años ajustando su ritmo sin que eso haya supuesto el fin del mundo. Entre afelios, perihelios y caprichos del núcleo, las variaciones son minúsculas comparadas con la magnitud de los movimientos que nos mantienen vivos. La Tierra no va a detenerse, aunque a veces los titulares y alguna que otra frase romántica inviten a imaginarlo.

Comentarios

Una respuesta a ««When I’m with you it feels like the world would never stop spinning»»

  1. Avatar de Reyes
    Reyes

    Muy interesante el tema de las perspectivas. Nada es entonces en realidad lo que aparenta.. vamos a toda máquina por el espacio y desde aquí todo parece tan sorprendente mente quieto…

Responder a Reyes Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *