
Créditos de la foto: Icebook Learn
En la naturaleza, el punto más profundo conocido es el Challenger Deep, en la Fosa de las Marianas cerca del Sudeste Asiático, su profundidad estimada es de 10 935 ± 6 m¡casi 1,24 veces el Everest! y en inmersiones tripuladas (como la del famoso director de cine James Cameron) se llegó a una profundidad de 10 898 m en 2012 (récord que años después batió Victor Vescovo bajando hasta los 10 928 m).
En nuestra insaciable sed de conocimiento, El Pozo Superprofundo de Kola, ubicado en Rusia, el agujero artificial más profundo hecho por el ser humano, alcanza los 12.262 metros.
Pues bien, el radio medio de nuestro querido planeta Tierra, es de 6.371.000 metros ¡la Fosa de las Marianas es aproximadamente un 0,17 % del radio terrestre y El Pozo Superprofundo de Kola es apenas un 0,1924%!
Estas cifras pueden parecer decepcionantes, son los puntos más profundos a los que nuestra especie a conseguido llegar y si recordamos que hemos viajado a la Luna a 363 300 km distancia o que nuestra queridísima Voyager 1 está a 25 064 millones de kilómetros ¡casi casi un día luz! podría parecer que excavar hacia dentro debería ser pan comido en comparación. Sin embargo, no estamos teniendo en cuenta aún la magnitud de las temperaturas que tenemos en las capas terrestres:

En la corteza terrestre (donde se encuentran la Fosa de las Marianas y el Pozo Superprofundo) la temperatura aumenta de unos ~15 °C en la superficie hasta 200–400 °C en su base.
En el núcleo interno se estiman hasta 6 700 °C, Julio Verne podría haber titulado su obra Viaje al Infierno más que Viaje al centro de la Tierra.
La temperatura de algunas fosas marinas como la Fosa de las Marianas que roza la congelación (entre 1 °C y 4 °C) se debe a que proviene de masas de agua formadas en los polos, donde el agua superficial se enfría, se vuelve más densa y se hunde, viajando por el océano profundo. A esas profundidades no llega la luz solar y la enorme columna de agua superior actúa como aislante.
Pues bien, la respuesta a la pregunta del titular, que seguro ya habréis deducido, es que aunque el núcleo terrestre arde más que el fuego, está tan lejos de los puntos más profundos del océano que hemos explorado que no ejerce influencia alguna sobre su temperatura, la cual roza los 0°C. Esto pasa exclusivamente en el medio marino, ya que en el fondo del Pozo Superprofundo de Kola, excavado íntegramente en la corteza terrestre, la temperatura llegó a los 180 °C.
A continuación, algunas preguntas que pueden surgir tras leer el artículo:
¿Podemos excavar en la Fosa de las Marianas?
No, no podemos excavar en la Fosa de las Marianas: la presión allí supera las mil atmósferas, la profundidad dificulta llevar maquinaria y cualquier equipo sería aplastado a lo OceanGate o inutilizado mucho antes de llegar al lecho marino.
¿Por qué no seguimos excavando en el Pozo Superprofundo de Kola?
No se siguió excavando porque en la profundidad máxima del Pozo se llegaron a unos niveles de temperatura mucho más altos de los previsto (se estimaron unos 100 °C y se llegó a los 180°C) y la combinación de calor extremo, alta presión y fallos constantes en el equipo hacía imposible avanzar con la tecnología disponible de la época (1992), incluso con los recursos actuales sería inviable seguir rascando la corteza terrestre.

Que nadie se desanime, ¡tenemos otras formas de estudiar la geo-física del planeta!
lo más avanzado hoy para radiografiar la corteza combina tomografía sísmica 3D, electromagnetismo profundo 3D, gravimetría/gradiometría satelital, perforación científica con perfiles de pozo, y sensado acústico distribuido (DAS) en fibra óptica.
¡Pero eso es otro artículo!
¿La Tierra es hueca?
Rotundamente no.
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